Dulce o Trvesura
Hay remakes que no logran el éxito de la película original, pero “Halloween” de Rob Zombie ha puesto de nueva cuenta en el mapa cinematográfico a el genero Slasher, pero mas importante aun, le dio mas fuerza a la obra de John Carpenter de 1978.
La manera en la que Zombie maneja al personaje de Michael Myers es monstruosa, ahora si es un Myers que da miedo, desde que es pequeño se ve lo frió que puede a llegar a ser, y conforme va corriendo la cinta, sufre unas transformaciones excelentes, no se deforma ni nada por el estilo, la transformación es mental, es psicológica, todos sus traumas se van almacenando en su inconsciente hasta que lo transforman en el mounstroso psicópata de la mascara blanca.
Es la esencia del filme, recae en la figura del psicópata Myers, quien después de asesinar a su padrastro y a su hermanastra es recluido en una institución mental, después de 16 años escapa, y regresa a su pueblo natal, dejando un rastro de cadáveres atrás.
En el papel de Myers de 10 años tenemos a Daeg Faerch, que se muestra fenomenal a la hora de tomar su rol, desde la masacre que le propina al chico de su escuela, con la mascarita de payaso y su playera de KISS del poderoso álbum “destroyer”, que de alguna manera nos da entender el mensaje de la escena: destruir. Tyler Mane se encarga de darle vida al gigante Myers, a quien habíamos visto en Troya como Ayax (por si les da eso de la maldita curiosidad de verle la cara, y que nuca salga, ahora ya saben quien es el enorme psicópata), además de tener también en el reparto a Malcom Mcdowell, en el papel del Dr. Loomis.
El Slasher ha revivido, cobra fuerza, y con esta obra se comprueba, ahora solo resta darle las gracias a Rob Zombie, por esta obra que fue hecha por un fan, “para los Fans”.
La manera en la que Zombie maneja al personaje de Michael Myers es monstruosa, ahora si es un Myers que da miedo, desde que es pequeño se ve lo frió que puede a llegar a ser, y conforme va corriendo la cinta, sufre unas transformaciones excelentes, no se deforma ni nada por el estilo, la transformación es mental, es psicológica, todos sus traumas se van almacenando en su inconsciente hasta que lo transforman en el mounstroso psicópata de la mascara blanca.
Es la esencia del filme, recae en la figura del psicópata Myers, quien después de asesinar a su padrastro y a su hermanastra es recluido en una institución mental, después de 16 años escapa, y regresa a su pueblo natal, dejando un rastro de cadáveres atrás.
En el papel de Myers de 10 años tenemos a Daeg Faerch, que se muestra fenomenal a la hora de tomar su rol, desde la masacre que le propina al chico de su escuela, con la mascarita de payaso y su playera de KISS del poderoso álbum “destroyer”, que de alguna manera nos da entender el mensaje de la escena: destruir. Tyler Mane se encarga de darle vida al gigante Myers, a quien habíamos visto en Troya como Ayax (por si les da eso de la maldita curiosidad de verle la cara, y que nuca salga, ahora ya saben quien es el enorme psicópata), además de tener también en el reparto a Malcom Mcdowell, en el papel del Dr. Loomis.
El Slasher ha revivido, cobra fuerza, y con esta obra se comprueba, ahora solo resta darle las gracias a Rob Zombie, por esta obra que fue hecha por un fan, “para los Fans”.
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